Es frecuente que tras una gastroenteritis infecciosa pueda quedar una intolerancia transitoria a la lactosa. En el momento en que esto sucede vemos que los vómitos y la fiebre cedieron hace días pero sigue teniendo una diarrea ácida que no cede mientras prosiga tomando lactosa. Según la Asociación De españa de Pediatría, la gastroenteritis aguda se define como una inflamación de la mucosa gástrica y también intestinal, habitualmente de causa infecciosa.
Estas bebidas pueden contener bastante azúcar, que puede empeorar la diarrea, y contener muy pocas sales (electrólitos), que son necesarias para volver a poner las que ha perdido el cuerpo. Para los jovenes, las bebidas deportivas son preferibles a los zumos y refrescos por su menor contenido en azúcar, si bien tienen menor cantidad de electrólitos que las resoluciones electrolíticas orales. El agua corriente no es ideal para tratar la deshidratación en pequeños de cualquier edad, ya que no contiene sales. Suele perjudicar a bebés y pequeños pequeños de 3 a 15 meses de edad.
La complicación más esencial de una gastroenteritis es la deshidratación. Las infecciones que causan una gastroenteritis acostumbran a realizar un sendero de arriba hacia abajo. Cuando entran afectan antes al estómago produciendo vómitos o náuseas y después, al llegar al intestino, pueden dar diarrea. Ante un episodio de gastroenteritis con vómito y diarrea en niños, es recomendable ofrecerle agua frecuentemente.
Prevención De La Gastroenteritis En Pequeños
En los niños que no están deshidratados, se debe continuar su nutrición de manera habitual y, cuando existe deshidratación, se recomienda un periodo de tiempo de ayuno no mayor a 4-6 horas antes de reiniciar la alimentación. Es más significativo para su diagnóstico el cambio en la consistencia de las deposiciones en relación a las comunes del niño, que el número de estas, sobre todo en los lactantes que suelen tener un número alto de deposiciones de manera habitual. La GEA es mucho más recurrente y probablemente más grave en menores de 5 años y, más que nada, en los primeros meses de vida. Se ha visto que la mejora es mucho más rápida con una reintroducción precoz de la alimentación. En casos de diarrea por intolerancia a algún alimento su pediatra le aconsejará la dieta adecuada en cada caso particularmente.
Estos desenlaces hay que tomarlos con cautela, dada la gran heterogeneidad de los estudios. Otras causas, como las infecciones fuera del aparato digestivo u otras de origen no infeccioso (intolerancias alimenticias, tóxicos u otras patologías), asimismo tienen la posibilidad de provocar diarrea, pero son bastante menos frecuentes. En los lactantes alimentados con lactancia materna, hay que proseguir con esta de forma habitual, ya que varios estudios han demostrado que la lactancia disminuye la intensidad y la duración de la GEA. En niños lactados con fórmula, no se deben hacer cambios en su fórmula normal, ni dar biberones con la fórmula mucho más diluida. El norovirus hace más vómitos que diarrea en pequeños y dura solo de 1 a 2 días. Los pequeños padecen cólicos abdominales y pueden tener fiebre, dolor de cabeza y dolores musculares.
Evitar La Deshidratación De Un Niño O Bebé Con Gastroenteritis
En el momento en que la causa es una bacteria, solo en algunas ocasiones se trata con antibiótico (es dependiente de qué bacteria), puesto que la mayor parte son vencidas de manera fácil por el sistema inmune. Bien es verdad, que en una primera etapa, las grasas y los azúcares simples no son muy recomendables, con lo que lo mucho más pronto viable la dieta ha de ser la habitual para la edad. No deben ser indicadas bebidas carbonatadas (como coca-cola o gaseosas) o bebidas para atletas, ya que tienen proporciones inapropiadas de electrolitos y suelen ser hipertónicas con una contenido elevado en hidratos de carbono. Llamamos diarrea aguda a aquella que dura menos de 2 semanas, diarrea prolongada si lo realiza mucho más de 2 semanas, y si se alarga mucho más de 4 semanas hablamos de una diarrea crónica. Todas y cada una estas recomendaciones generales, es mejor siempre personalizarlas.
La mayoría de las infecciones se extienden por transmisión fecal-oral. Los lactantes infectados tienen la posibilidad de transmitir la infección a los mayores. En climas tibios, las infecciones por rotavirus son mucho más usuales en los meses de invierno y menos usuales en verano.
Probióticos
Apuesta por las resoluciones de rehidratación e impide las bebidas isotónicas. En lactantes, se debe proseguir con la lactancia materna o el tipo de leche frecuente, sin cambiar la fórmula ni rebajar su concentración. Para hacer un diagnostico a un niño de gastroenteritis al médico le bastará conconstatar que sufre los típicos síntomasanteriormente expuestos y no hace falta realizar pruebas diagnósticas complementarias. Hay vacunas en oposición al rotavirus, el primordial virus productor de gastroenteritis, que se administran en forma bebida.
Cualquier líquido contribuirá a reducir el peligro de deshidratación, si bien los líquidos ricos en azúcar tenderán a dar mucho más diarrea y también mucho más gases y molestias abdominales. El riesgo principal de una gastroentertis es la deshidradatación. Si bien las SRO son increíblemente efectivas en la restauración de líquidos y electrolitos, no ejercen efecto alguno sobre el volumen de las diarreas o la duración de las mismas. Es por este motivo que la realimentación juega un papel definitivo ya en las primeras etapas del tratamiento.
Los síntomas del astrovirus son similares a los de una infección suave por rotavirus. El adenovirus causa vómitos leves de 1 a 2 días tras el comienzo de la diarrea. El abuso de laxantes puede producir debilidad, vómitos, diarrea, pérdida de electrólitos y otros trastornos.
Gastroenteritis En Pequeños
Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por la parte de tu Distribuidor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información guardada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte. Otros micronutrientes, como el ácido fólico o la glutamina, no se aconsejan para el tratamiento de los niños con GEA . No existe evidencia a nivel científico que justifique la utilización de estos tratamientos en la GEA en pequeños . Los prebióticos son alimentos o nutrientes no digeribles que benefician el desarrollo y la actividad de la flora saprofita colónica frecuente.
La medida que hay que sugerir es el adecuado lavado de manos, con agua y jabón o soluciones hidroalcohólicas, después de estar en contacto con los fluidos contaminados del tolerante (deposiciones, vómitos). Esta es exactamente la misma medida que hay que recomendar a los cuidadores de las guarderías para evitar la aparición de brotes en las mismas. En relación a la vacuna del rotavirus, al no estar financiada por el sistema público, el Pediatra debe informar a los progenitores de la presencia y características de la vacuna, para que sean ellos los que, en último caso, resuelvan su administración.
En las diarreas ácidas se produce irritación perianal, a veces incluso grietas anales. Argumentan realmente bien a tratamiento con pastas al agua u otras pomadas. El mal abdominal puede ser tratado con calmantes, más allá de que en este caso no siempre son eficaces, sobre todo cuando el mal es debido a los movimientos intestinales o a acumulación de gases. La cuestión sobre qué alimentos son los mucho más correctos para la realimentación no ya no es un capítulo que provoca todavía mucha controversia entre etnias, familias, pediatras y sociedades científicas. Los rotavirus pertenecen a la familia de los reoviridae, con siete conjuntos antigénicos diferentes , siendo los virus del conjunto A los que ocasionan la diarrea infantil. Si les cuesta regresar a la normalidad, no es extraño que sea también por una carencia de hierro y una alteración de la flora intestinal tras la infección.
En vez de ello, los pequeños con diarrea y/o sus cuidadores pueden tener algunas heces infectadas en las manos (en especial cuando estas no se lavan esmeradamente). Entonces, cualquier objeto que tocan (como un pañal, un juguete o un alimento) también se contamina con heces inficionadas. Otros pequeños que tocan ese objeto y después se ponen las manos y los dedos en la boca o sus aledaños pueden infectarse con el virus. La gastroenteritis vírica asimismo puede propagarse al estornudar y al escupir.