Entonces los estudiosos enseñaron las fotos a 66 ingleses que tenían apetito y a otros 58 que terminaban de comer. En comparación con los hombres saciados, esos que sentían apetito calificaron los senos más gigantes de manera significativa mucho más atractivos. En conjunto, estos estudios proponen que la seguridad de los elementos juega un papel en las preferencias de tamaño de los senos de los hombres. Pechos, lolas, mamas, senos, senos, mamas y una popularizada lista de sinónimos un tanto mucho más vulgares son los nombres con los que hablamos a esa una parte de la anatomía femenina que está ubicada en algún rincón entre las clavículas y el ombligo. Es el eterno combate sexista sobre las opciones de los hombres respecto a la anatomía y personalidad de las mujeres.
Los hombres son primarios, sus instintos son considerablemente más primarios que los de las mujeres, y no hace falta bastante para romperles el alma, pero no se semejan en nada a una mujer. No son emocionales como las mujeres, y en ocasiones en el momento en que un hombre te toca el pecho mientras te besa, es sencillamente por el hecho de que está pensando con su otro cerebro. A veces, esto se impone en el momento en que la testosterona de un hombre recorre su cuerpo, y esa es una de las causas por las que las mujeres y sus pechos pueden captar ciertos hombres.
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Además del evidente aumento de las operaciones de cirugía estética, el aumento de peso en la población femenina occidental ha contribuido de manera significativa a este crecimiento. Quizá muchos no hayan reparado en ello, pero en escasas especies animales existe tanta diferencia entre el tamaño de unos pechos y otros como en la humana. Como indican científicos evolucionistas, otros homínidos sencillamente hacen medrar su pecho durante la lactancia y más tarde retornan a su estado plano. Pues para los humanos se trata de un ornamento sexual, puesto que la forma de reloj de arena es la mucho más atractiva para el macho humano, algo que no ocurre con el resto de primates. Si equiparamos la visión que las mujeres tienen de sus propios pechos con la que tienen los hombres de los pechos de sus parejas observamos que la diferencia es abismal, según los desenlaces del estudio.
Además de esto, según daban a conocer los datos de la investigación, cuanto considerablemente más sobresaliente es el nivel social y económico de la persona, mucho más pequeño es el tamaño de los pechos que eligen. Entonces los estudiosos enseñaron las fotos a 66 ingleses que tenían apetito y a otros 58 que terminaban de comer. En comparación con los hombres saciados, esos que sentían hambre calificaron los senos mucho más enormes de manera significativa considerablemente más atractivos. En 2012, durante un periodo de seis semanas, se detuvo a unos cientos de alumnos hombres de la Universidad de Westminster, en Londres, en el momento en que ingresaban y salían del comedor durante las horas de la cena, a las 18 y 19 horas. Esto no era completamente cierto, puesto que el estudio se centraba verdaderamente en cómo sus diferentes niveles de hambre afectaban a sus preferencias de nutrición, pero en aras de la imparcialidad de los resultados, eso es lo que se les ha dicho. Según el 42% de los encuestados aseguraron sentir prioridad por los “senos” de una mujer cuando las observan, muy seguido un 42% se los hombres inclinó su prioridad por el trasero y solo un 12% afirmó fijarse a primer aspecto en su rostro u ojos.
¿La Mayoría De Los Hombres Escoge Los Pechos O El Trasero Femeninos?
Exactamente el mismo estudio en el que se descubrió que los hombres hambrientos prefieren a las mujeres exuberantes señalaba además que las personas mucho más machistas suelen elegir también los pechos de mayor tamaño. No obstante, los que tienen una visión mucho más igualitaria sobre el rol en la sociedad de hombres y mujeres en suelen preferir los pechos mucho más pequeños. Otra razón que explica esta fascinación, es que en tiempos remotos, los senos de la mujer eran considerados como un símbolo de fertilidad. Todos los adelantos completados en este campo parecen apuntar que la fascinación que siente la mayor parte de los hombres por los pechos femeninos tiene su origen en la evolución. Los senos evocan al hombre ese nudo especial que se crea con la madre mediante la lactancia durante los primeros meses de vida, una época feliz y segura. Enormes o pequeños, los hombres se sienten poderosamente atraídos hacia nuestros senos, una de la mayores zonas erógenas de nuestro cuerpo y un indudable símbolo de feminidad.
Su teoría se basa en el circuito neural que inicialmente se desarrolló para fortalecer el vínculo entre madre y también hijo a lo largo de la temporada de lactancia, y que asimismo podría hacer mas fuerte el vinculo entre parejas, dando como resultado el amor por los pechos tanto de los hombres como de los bebés. En el momento en que me implicaba con mujeres capaces, amables y entretenidas, que podían soportarme y que estaban prestas a quitarse el sujetador, me sentía tan agradecido, que disfrutaba bastante de lo que había. Durante la lactancia los pezones de una mujer se impulsan y se genera la oxitocina, un complejo químico asimismo popular como “sustancia del amor”.
Esta atracción por los senos es un efecto del cerebro que se produce en los hombres heterosexuales en el momento en que llegan a la pubertad. Esta evolución provoca que los hombres se sientan atraídos por los pechos en un contexto sexual teniendo como resultado la activación del circuito de unión con la hembra, por lo que las mujeres se sienten más unidos con él. Enviar comentarioHe leído y acepto la política de privacidadRed Backlink To Media junta los datos personales solo para empleo de adentro. A ese punto su sensibilidad es tal que poco dista del orgasmo, el cual puede ser tanto considerablemente más largo cuanto mucho más popularizada haya sido la estimulación antes. Tenga en cuenta que a un nipplegasm no se llega enseguida, hay que tirarle rato, pero vale la pena. Hay anuncios con gancho de cremas y pastillas que aseguran que pueden lograr que los senos aumenten o reduzcan de tamaño.
Desde hace cierto tiempo oímos algunos tópicos como el de la película Los caballeros las eligen rubias o mitos en lo que se refiere al tamaño de los senos, los glúteos o la longitud de las piernas que oprimen a las mujeres en un único y con limite canon. En verdad, varios estudios, uno de hace unos días, han encontrado una inclinación superior en la prioridad masculina por los senos consistentes y de tamaño mediano, muy por encima de los gigantes y voluptuosos. “De todas maneras los pechos enormes son considerablemente más propensos a ser asimétricos y los hombres están más atraídos por la simetría. El almacenaje o ingreso técnico es requisito para hacer concretes de usuario para enviar propaganda, o para proseguir al usuario en una página o en múltiples web con fines de marketing similares. Si observamos a las mujeres con pechos considerablemente más grandes tienden a acumular más altos escenarios de grasa en el cuerpo”, explica. El arte prehistórico paleolítico que data de 35,000 años retrata a mujeres desvistes con colosales caderas y pechos.
“tetología”: Los Pechos Femeninos, Explicados Por La Ciencia
Indudablemente, una mujer con pechos firmes y grandes va a llamar la atención hasta del considerablemente más despistado. Quizá sirvan para liberarnos para siempre de la obsesión por dicho obscuro objeto de deseo (o quizá no), pero por supuesto, sí que puede ser útil para comprender de qué charlamos en el momento en que charlamos de lolas. Indudablemente te hayas preguntado por qué a los hombres les complacen los pechos en esos instantes. El área de los pechos se encuentra en las unas partes del cuerpo mucho más importantes de la mujer y que mucho más agradan a los hombres. Alentar los senos es una acción que no puede faltar en una relación sexual, es una fascinación para los hombres y muy placentero para las mujeres. Aunque durante la historia han existido varias teorías acerca del origen de esta atracción, hasta la actualidad ningún estudio científico fue con la capacidad de comunicarlo de manera convincente.
El especialista asegura que las piernas rectas son sinónimo de salud genética y sepa de anomalías de la salud de desarrollo, como el raquitismo, por lo que resultan más interesantes. Este desfase lo mostraba un estudio de 2008realizado por David A. Frederick, Anne Peplau y Janet Lever y publicado en el International Journal of Sexual Health.
Otro apunte que se expone es el porqué en otras culturas las mujeres no llevan los senos cubiertos y los hombres no parecen encontrarlos excitantes. Young aclara que el hecho de que los senos no estén cubiertos no quiere decir que masajearlos no sea estimulante y no forme parte del juego previo antes de las relaciones en estas culturas. Los complejos acerca del aspecto físico son innumerables en los seres humanos, y a menudo las personas se hacen esclavas de ellos, sin solamente caer en la cuenta. Ciertas de estas preocupaciones atañen a un periodo de tiempo preciso de la vida (como el acné durante la adolescencia, por poner un ejemplo), pero otras nos persiguen toda la vida . Tocarlos, besarlos, en definitiva, dedicarle un tiempo a los senos y a los pezones, más que nada en los juegos previos, provoca que se vaya adecuando el acercamiento sexual, que la mujer empieze a excitarse hasta llegar a escenarios máximos.
La liberación de oxitocina, que se da a lo largo de esta acción, hace que la mujer dirija la atención hacia su compañero sexual y también indudablemente se refuerce su vínculo con él. La primera cosa que hay que decir, es que los senos son una de las áreas del cuerpo de la mujer que refleja mucho más su feminidad y es un punto focal siempre y en todo momento en las miradas masculinas. Sin duda, una mujer con pechos firmes y enormes va a llamar la atención hasta del más despistado.